Muchas son las casas en las que nada más llegar te encuentras un felpudo, un cuadro o cualquier otro objeto de decoración en los que aparece la conocida expresión “Hogar, dulce hogar”. El origen de esta famosa locución se la debemos a la canción Home! Sweet Home!, cuya letra y melodía fueron compuestas, respectivamente, por John Howard Payne y Henry Rowley Bishop en el año 1823 para formar parte de la ópera Clari, or the Maid of Milan (Clari o la doncella de Milán). La canción, particularmente su estribillo, se hizo inmensamente popular en los Estados Unidos durante los años en los que duró la Guerra de Secesión (1861-1865), era cantada por ambos bandos y, curiosamente, la melancolía y la añoranza del hogar que suscitaba hizo que llegara a estar prohibida entre los miembros del Ejército de la Unión porque empezó a provocar un buen número de deserciones de soldados. Además, la famosa expresión no quedó solo en el ámbito musical, sino que Hogar, dulce hogar (Home, Sweet Home) fue también el nombre de un mediometraje mudo norteamericano del año 1914 dirigido por D. W. Griffith e igualmente el título para España de Room for One More (Norman Taurog, 1952), película protagonizada por Cary Grant y por su entonces mujer Betsy Drake, en la que interpretaban a Poppy y Anna Rose, quienes, con sus tres hijos, formaban una típica familia norteamericana que, a instancia de ella y con la aquiescencia de él, iban ampliando los componentes de su hogar familiar, adoptando dos niños con problemas y dando refugio a perros y gatos sin techo, en una meliflua y superficial comedia que defendía la importancia de la cohesión familiar para sobreponerse a las dificultades.
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